No hubo dos visiones en el encuentro “Carne Bovina: calidad de exportación”, el que reunió a toda la cadena cárnica, y que a juicio del director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero, Horacio Bórquez, es único en el país porque logró juntar a todos los eslabones que son responsables de hacer realidad las auspiciosas proyecciones del sector en los mercados internacionales.
En sus palabras de bienvenida, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, explicó que la visión del Gobierno es que la masa ganadera debe crecer para poder abordar los mercados de alto valor, y que existe la disposición del Estado para trabajar con el sector privado en todos los aspectos normativos que pudieran estar afectando su desarrollo, dentro de lo cual mencionó las conversaciones que actualmente se llevan a cabo sobre la norma de Tipificación de la Carne.
Organizado por la Corporación de la Carne, en conjunto con Faenacar y Prochile en el marco de SagoFisur 2018, el seminario está en sintonía con la visión de SAGO en el sentido de que Chile tiene una gran oportunidad en mercados de alto valor a partir de las ventajas competitivas de nuestra producción en base a pastoreo, por estar absolutamente en línea con los estándares de bienestar animal que exige la sociedad moderna, sin mencionar, a raíz de lo mismo, la calidad insuperable de nuestro producto en términos de sanidad y propiedades saludables.
Sergio Willer, presidente de la Corporación de la Carne y vicepresidente de SAGO A.G., explicó en su exposición que de acuerdo a cifras de Odepa, las importaciones de carne bovina alcanzan las 165.586 toneladas, 14% más que el mismo periodo en 2017. Brasil se mantiene como el principal proveedor de nuestros seis proveedores habituales de carne bovina. El período enero–septiembre es el responsable del 49,8% del volumen de carne importada por Chile, situación muy distinta a la observada para el mismo periodo el 2017, donde nuestro principal proveedor de carne era Paraguay.
En términos de participación de nuestro mercado, Willer aseveró que las importaciones alcanzan un 53% del total y que como primera tendencia para 2019, “podemos decir con seguridad que el proceso importador no se va a detener, sino que incrementarse. La posibilidad de llegar a 80% de importación y 20% de producción local es un hecho factible”.
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