Serían 9 los casos en la Provincia de Osorno afectados por contagio de difilobotriasis según informó la la Seremi de Salud de la Región de Los Lagos. Las personas contagiada han sido ratificadas luego de exámenes médicos con la presencia de esta larva intestinal en sus organismos, la que se adquiere a través del consumo de pescado de agua dulce. Pero, ¿en qué consiste este tipo de contagio?
El difilobotriasis latum es el parásito más grande que infecta al ser humano, de hasta 10 m de longitud. En el agua dulce los huevos procedentes de heces humanas se convierten en larvas capaces de nadar libremente, que luego son ingeridas por microcrustáceos. A su vez, los peces se alimentan de los microcrustáceos y en ellos las larvas adquieren capacidad infecciosa.
La infección humana y animal se adquiere por la ingestión de plerocercoides (larvas) de este parásito presentes en la carne y visceras de pescado infectado y que es consumido crudo o con insuficiente cocción.
Si bien la mayoría de las personas con difilobotriasis no suele presentan síntomas, el 20% de los infectados pueden experimentar dolor abdominal y diarrea. Se puede sumar una disminución de peso y prurito anal.
Conforme transcurre el tiempo, la infección también puede conducir a la deficiencia de vitamina B12, con la consiguiente sintomatología de índole neurológico, como entumecimiento de los miembros, irritabilidad, alteraciones cognitivas y hormigueo. En algunos casos, la evidencia física se manifiesta en la expulsión de proglótidas en las heces.
En casos raros, “infección masiva” puede causar una obstrucción intestinal o inflamación de la vesícula biliar, donde se puede observar sensibilidad abdominal, signos peritoneales y distensión abdominal.
Para protegerse, los expertos recomiendan no comprar pescado crudo o con insuficiente cocción en restaurantes de dudosa higiene o de baja categoría.
La infección por estas especies parásitas se puede prevenir congelando y almacenando pescado a -20 ° C durante 7 días o -35 ° C durante 15 horas previo al consumo. Alternativamente, los plerocercoides larvales son destruidos al cocinar el pescado a una temperatura de 54-56 ° C durante 5 minutos.
Infecciones humanas y animales con estos parásitos han sido detectadas en esta región chilena desde los años 50, tradicionalmente, en Chile las infecciones por difilobotriasis se diagnosticaban en individuos que habían ingerido pescado ahumado y sin cocinar proveniente de los lagos de las regiones IX y X.
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