A raíz de la emergencia sanitaria, tras el masivo corte de agua en Osorno, la Federación de Trabajadores de Obras Sanitarias, Fenatraos, emitió un comunicado público en el que, además de entregar su apoyo a trabajadores de Essal y habitantes de Osorno, hacen un llamado a las autoridades a solucionar el problema de fondo.
"Durante 10 días los habitantes de la ciudad de Osorno estuvieron privados de acceso a agua potable y saneamiento. Los trabajadores de Essal, debieron enfrentar una de las peores situaciones de emergencia que hayan ocurrido en el país y como es de público conocimiento este hecho es expresión a una multiplicidad de factores que, como trabajadores y trabajadoras sanitarias, consideramos imperativo aprovechar la oportunidad para solucionar ya.
Como Federación y representantes de los trabajadores de obras sanitarias de todo el país conocemos la ardua labor que deben desempeñar los trabajadores y trabajadoras, para dar acceso a la población de este derecho humano fundamental, que si bien fue consagrada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en nuestra Constitución de 1980 el agua está consagrada como propiedad privada y a pesar de los intentos por una reforma constitucional estos han sido infructuosos y no han contado ni con el apoyo de los distintos gobiernos ni de las mayorías en el parlamento.
Junto con esto una reforma al Código de Aguas lleva más de 8 años discutiéndose en el Congreso, por lo que invitamos a nuestros parlamentarios, no sólo a sumarse en exigencias a ESSAL, sino que a legislar por el bien común y por propiciar un marco legislativo que ampare a la ciudadanía y priorice el consumo humano de este vital elemento.
10 DÍAS SIN AGUA
Para superar la emergencia de Osorno, los trabajadores debieron enfrentar turnos de 24 horas y rotarse con la baja dotación de personal existente durante los 10 días que duró la incidencia. Una situación que los llevó a trabajar en condiciones extremas para reponer el servicio de agua potable, para sus compatriotas, vecinos y propias familias. Ellos fueron los verdaderos héroes de esta emergencia, junto a empresas locales y vecinos que no dudaron en llevar agua potable para abastecer esta ciudad, a ellos nuestro abrazo fraterno.
Por otro lado, si bien la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) ha aumentado las fiscalizaciones año a año, pasando de 121 en 2017, 539 en 2018 y 465 en lo que va de 2019, consideramos que esta institución esta desprovista de personal suficiente para fiscalizar (pues sólo cuenta con 197 funcionarios en todo el país) y por sobre todo es carente de facultades para resolver y es imprescindible fortalecerla y darle más atribuciones para que episodios de esta magnitud no se repitan.
Como personas sabemos de la importancia del agua para la vida y nuestra subsistencia humana. Por lo tanto le damos un gran valor al trabajo que desempeñamos y lo hacemos con profesionalismo y compromiso. Por eso entregamos nuestro apoyo y destacamos el trabajo de los 40 trabajadores de Osorno que a pesar de recibir la rabia y molestia de la gente contra ESSAL, han seguido operando el sistema de tratamiento, distribución, evacuación de aguas servidas de la ciudad con profesionalismo y apuntando siempre a la mejora continua.
AHORRO DE COSTOS
Lo sucedido es consecuencia de la política de excesivo ahorro de costo de las sanitarias para obtener mayor rentabilidad a costa de una precarización de la infraestructura productiva y del personal destinado a estas labores y esto debe ser resuelto, estableciendo mínimos de funcionamiento de calidad y cantidad de trabajadores que operen.
Las condiciones que llevaron a esta emergencia incluyen una multiplicidad de factores y por ello entregamos todo nuestro apoyo al trabajador indicado como responsable antes de toda investigación, y reprochamos el actuar de la empresa al sindicarlo como responsable. Un error humano bajo condiciones laborales precarias es responsabilidad; de una empresa que no invierte para entregar un servicio y asistencia técnica de calidad y que además no sopesó la grave situación a tiempo, de un Estado que se desprende de su responsabilidad, de un Gobierno que no decretó Estado de Catástrofe lo que hubiera permitido abastecer más rápida y eficazmente a la población de Osorno, de la ineficaz fiscalización y bajas multas de la SISS y de una ciudadanía que no tiene participación y está atada de manos bajo una Constitución y normativas absolutamente permisivas con las empresas que administran nuestros servicios estratégicos como son el Agua, la Energía y las Telecomunicaciones.
A VALORAR EL AGUA
Lo único positivo de esta situación es la nueva valoración que adquiere el agua para las personas y reconocer la vulnerabilidad a la que nos podemos ver enfrentados si nos llegase a faltar. Necesitamos autoridades y empresas a la altura y una ciudadanía y trabajadores empoderados exigiendo sus derechos.
Esta Federación, siempre ha sostenido que el agua es fundamental para la vida y nuestro país tiene muchas falencias administrativas, burocráticas y legislativas, que lo hacen muy vulnerable, por tanto no es tiempo de aprovechamientos de políticos, es hora de buscar soluciones definitivas y profundas que cambien el marco legal y el paradigma irresponsable de ver el agua como un bien privado y no como un derecho humano del que el Estado es responsable y no debe fallar".
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