Un sismo que no fue perceptible por la población, pero que alcanzo grado tres, llamó la
atención de quienes están de manera constante vigilando el macizo.Sin embargo, de acuerdo con la Onemi e informes del Sernageomin, no hay ninguna alteración en el comportamiento del volcán.
En diálogo con nuestro medio, Paola Peña, jefa del observatorio volcanológico, Los Andes
del Sur, recordó que el maciso se vigila desde el año 1996 con estaciones sismológicas. Ello permite, agregó, conocer el comportamiento de la actividad interna del volcán.
La profesional descartó que factores atmosféricos aumenten el riesgo de una erupción.Tampoco, que la actividad de un macizo altere el comportamiento de otro.
La experiencia con el volcán Calbuco, hizo que se elaboraran planes de contingencia y evacuación para comunidades que viven en torno a estos montes. La idea, es ni descuidar las medidas y saber exactamente donde evacuar en caso sea necesario.
De los 100 volcanes que están activos en el país, 45 están siendo vigilados de manera
permanente en el país, con alrededor de 400 estaciones de monitoreo.
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