Con el objetivo inicial de conocer cómo los ríos se van ajustando una vez que se ven afectados por una erupción volcánica, tal como sucedió en 2008 en los ríos de Chaitén, investigadores de la Universidad Austral de Chile (UACh), están respondiendo entre otras a las siguientes interrogantes, ¿cuánto tiempo les toma a los ríos alcanzar un estado similar al que tenían antes de la erupción? ¿cómo van cambiando su forma en relación con la cantidad de sedimentos que reciben? ¿qué efectos puede tener la madera muerta en la geomorfología y en la respuesta hidrológica? y ¿cómo puede afectar a una localidad cercana una gran crecida del río luego de una erupción?
“Las erupciones volcánicas catastróficas pueden afectar profundamente los sistemas fluviales, porque suministran grandes cantidades de sedimentos a través de la caída de cenizas y otros materiales volcánicos y de lahares y remociones en masa”, comentó el Dr. Andrés Iroumé, especialista en hidrología, ecología y geomorfología de ríos, de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile.
En un reciente estudio, los académicos explican los riesgos potenciales a que los habitantes de Chaitén podrían estar expuestos como consecuencia de los efectos secundarios derivados de la última erupción del volcán Chaitén en 2008. Para crecidas con un tiempo de recurrencia de 30 y 100 años, el puente “Carretera Austral”, por donde pasa el río Blanco, es un factor amplificador del riesgo de inundación. La madera muerta que está en grandes cantidades en el río puede ser movilizada en una crecida extrema y obstruir el puente.
Un objetivo de los investigadores es obtener una metodología para evaluar los riesgos de inundación y los mecanismos de daños asociados. En este sentido, el Dr. Bruno Mazzorana, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la UACh y co-investigador del proyecto, ´comentó “que se pudo determinar que la expansión de la inundación del área urbana de Chaitén varía según el grado de obstrucción del principal puente de la ciudad.
Cabe señalar que estos resultados son parte de la investigación del proyecto Fondecyt Regular 1170413 del Dr. Andrés Iroumé que se titula “Impactos morfológicos en ríos afectados por erupciones volcánicas. Chaitén y Calbuco: ¿alteración similar pero diferente evolución fluvial? El Dr. Iroumé adelantó que investigaciones siguientes se seguirá estudiando la evolución geomorfológica de sistemas fluviales afectados por erupciones volcánicas, incorporando el estudio del rol de los impactos en la fauna acuática.
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