Mientras las escuelas y liceos se encuentran cerradas físicamente debido a la crisis sanitaria, las experiencias educativas se llevan a cabo mayoritariamente a través de plataformas en línea. Bajo este panorama, muchos estudiantes de todos los niveles escolares no logran motivarse con el aprendizaje remoto, y muchos docentes se preguntan qué hacer para entusiasmarlos y generar una dinámica de enseñanza de aprendizaje acorde con nuestro currículum vigente.
¿Cómo lograrlo? Una metodología innovadora que puede facilitar los aprendizajes a distancia sin necesidad de grandes recursos económicos, es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). El ABP promueve que los alumnos pongan en acción sus habilidades de colaboración, pensamiento crítico, creatividad y comunicación, para responder a un desafío real, relevante para ellos y su comunidad.
En el actual contexto, un buen ejemplo de proyecto ABP es plantear a los estudiantes el desafío de apoyar el desarrollo de mayor conciencia ciudadana frente a la pandemia. Esta pregunta, los puede llevar a una investigación sostenida en la que analicen data acerca de la pandemia y luego, como parte de la solución creen infografías para educar a distintas audiencias sobre cómo cuidar su salud. Ello implicará que el profesor les apoye con referencias para la búsqueda de datos, retroalimente sus avances y promueva el proceso de reflexión, a través de preguntas que permitan a los mismos estudiantes definir sus próximos pasos.
Esa es la síntesis de una interesante reflexión sobre la pertinencia de implementar el Aprendizaje Basado en Proyectos en la educación a distancia, realizada por las expertas Jeannette LaFors, doctora en educación de la Universidad de Stanford y Suzie Boss, consultora internacional de PBL Works. Ambas especialistas, participaron del conversatorio virtual Aprendizaje Basado en Proyectos: ¿Por qué hoy? ¿Por qué ahora?, organizado por el Centro de Innovación de Mineduc y Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile, a través del portal educarchile, efectuado el 30 de abril.
“Los proyectos que parecen realmente resonar en los estudiantes, que les comprometen más, tienen un anillo de autenticidad. Los estudiantes nos dicen que les gustan los proyectos que sienten que tienen que ver con el mundo real. Incluso en nuestra situación de hoy, las posibilidades de proyectos están a nuestro alrededor, solo debemos mantener los ojos abiertos y listos para incorporar estos desafíos y conectarlos con los Objetivos de Aprendizaje que están justo enfrente de nosotros, vinculándolos con lo que a nuestros alumnos les preocupa o interesa”, explica Suzie Boss, una de las creadoras del Estándar de Oro ABP que reúne siete elementos esenciales de esta metodología, en la que destaca la autenticidad.
De acuerdo a la experta, en la educación a distancia es posible potenciar otros elementos esenciales del ABP como la retroalimentación, a través de tecnologías como Google Docs, lo que podría ayudar a mejorar una y otra vez el proyecto de los estudiantes: “He visto a muchos profesores que están enseñando vía remota y se han dado cuenta de que es más fácil retroalimentar con Google Docs, entonces cuando volvamos a situaciones de aprendizaje más presenciales podemos integrar esta y otras herramientas a nuestro trabajo docente”, sostiene Suzie Boss.
En Chile, ya existen establecimientos y profesores que han materializado esta idea. Franco Núñez, director del Liceo Politécnico América de Los Andes y panelista del conversatorio, relata que tras tener los peores resultados Simce de la comuna, decidieron hacer un cambio: “O seguíamos haciendo clases aburridas o tomábamos una decisión. Nos dimos cuenta que es importante que el alumno tome las riendas. El conocimiento es público, está todo en Internet, pero la motivación no, sin embargo ésta se puede conseguir con el ABP”, señala el director.
Por su parte, Carlos Sepúlveda, docente del Liceo Bicentenario Pablo Neruda, establecimiento que es parte de la Red Ayllu Solar, relata que el ABP se puede llevar a cabo incluso sin necesidad de Internet, aun cuando otro elemento esencial de esta metodología sea la Investigación Sostenida: “Con respecto a los materiales o recursos para hacer proyectos, basta con la creatividad. Para indagar no se requiere Internet, tampoco es necesario el recurso monetario, sino las ganas de querer hacer”, afirma el profesor.
Además de aportar a la motivación escolar, el ABP también puede contribuir al proceso de priorización curricular en el contexto de pandemia. “Los docentes pueden identificar y reforzar los habilidades centrales de niveles anteriores y retomarlos para introducir nuevos aprendizajes, de este modo no sólo se trabaja de manera interdisciplinar, que es una de las fortalezas más reconocidas de ABP, sino también de forma vertical en términos del Currículum”, recalca Jeannette LaFors.
Otra conclusión del conversatorio, es que la clave del ABP es el trabajo en equipo entre los docentes, que deben articular las asignaturas para determinar cuál es el conocimiento base que desde su área pueden aportar.
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