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Tras diez meses de trabajo, los Centros de Detención Preventiva de Ancud y Castro, en la isla de Chiloé, cuentan con una moderna infraestructura de redes contra incendio, las que contribuirán a otorgar una mayor seguridad a la población penal recluida y a los funcionarios de Gendarmería que laboran en eso recintos penitenciarios.
Las obras, que se desarrollaron de manera paralela, tuvieron un costo total de 863 millones de pesos ($438,5 Ancud y $424,5 Castro), los que fueron financiados con recursos institucionales.
El sistema de redes contra incendios de ambas cárceles, que está certificado por Bomberos, será manejado por el personal de Gendarmería que forma parte de las Brigadas Especiales Contra Incendios (BECI). Cada uno está conformado por red primaria, red húmeda, red seca, red inerte e instalación de extintores. En cada unidad se construyó un estanque de agua subterráneo que opera a través de un motor diésel, pero que también tiene un generador de emergencia de uso exclusivo para las redes contra incendio.
El director regional de Gendarmería en Los Lagos, coronel Sebastián Urra Palma, destacó la trascendencia de esta nueva infraestructura que viene a remediar una importante carencia que se extendió durante años.
“Las cárceles de Castro y Ancud no contaban con los estándares de seguridad necesarios y normados para enfrentar posibles eventos de incendios en su interior. Por ese motivo, a nivel regional se hicieron las gestiones para poder realizar esta inversión, que va en directo beneficio de la población penal bajo nuestra custodia, pero también de nuestros funcionarios y de la comunidad de ambas ciudades, sobre todo si consideramos que las dos cárceles están en la zona céntrica. A contar de hoy habrá mayor seguridad para todos”, expresó el coronel.
El seremi de Justicia y Derechos Humanos, Alex Meeder Thiers, valoró el significado de esta obra para la comunidad chilota, destacando que “Gendarmería ha realizado una inversión muy importante para proteger a las personas privadas de libertad que están recluidas en Chiloé, que son alrededor de 150, y también para brindar mayor seguridad a sus cerca de 100 funcionarios que laboran en ambas cárceles".
Meeder añadió que "si bien se trata de dos recintos pequeños, se hizo el esfuerzo, porque merecen la misma preocupación que las cárceles más grandes. Esa es una demostración de que el Ministerio de Justicia tiene una preocupación social, que va más allá de los números”, explicó el seremi.
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