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Arrendar una vivienda se ha vuelto una tarea compleja en ciudades como Osorno y Valdivia, en el último tiempo.
Este fenómeno se da tanto por la escasez de casas y departamentos disponibles como por el alza en los valores en los arriendos.
La situación se extiende a cabañas para estudiantes quienes, a solo días del retorno a clases presenciales tras dos años de pandemia. Son muchos las familias y jóvenes que buscan desesperados un lugar para vivir y plasman su indignación en redes sociales.
En conversación con Diario de Osorno, María Dolores Daniel Letelier, de Corretajes Labbé Cordillera, expresó que “los arriendos han subido muchísimo, sobre todo en el caso de las casas”.
La corredora de propiedades, de la empresa formada el 2000 en Osorno, además precisó que esto se comenzó a notar a mediados del año pasado.
Asimismo, explicó que el alza en el precio se produce cuando un departamento se desocupa y se vuelve a arrendar.
Contó que en Osorno hay una tremenda demanda de viviendas, debido a “un movimiento muy grande de gente que se vino al sur”.
Relató que muchas de estas personas siguen teniendo un trabajo en la Región Metropolitana, pero se quedaron en esta ciudad y desempeñan sus funciones desde acá, de manera online.
Añadió que otros, en tanto, llegaron para desarrollar un nuevo trabajo, por ejemplo, en el Hospital Base de Osorno o en empresas que operan en la zona.
A modo de ejemplo, la representante de Corretajes Labbé Cordillera relató que “se nos han desocupado cinco departamentos, y los cinco ya están arrendados. No alcanzamos ni siquiera a publicarlos”, a la vez que dijo que tienen listas de espera de gente interesada en arrendar un departamento.
Victoria Monsalve Aparicio, cuyo corretaje de propiedades tiene una trayectoria de más de 25 años, confirmó a Diario de Osorno que la oferta de casas y departamentos para arriendo en la capital de la Región de Los Ríos es mínima.
Señaló que no hay casas disponibles y las pocas que existen están a valores que calificó escandalosos, pero acotó que pese a ello “se arriendan y la gente los paga, porque hay una necesidad enorme”.
La corredora de propiedades de Valdivia contó que el año pasado ya se había registrado un aumento “normal” en los precios, pero recalcó que este 2022 estos valores se fueron a las nubes.
Ejemplificó que hace poco recibieron un departamento que normalmente cuesta $450 mil y se arrendó muy rápido en cerca de $650 mil, lo que implica un incremento en el precio que supera el 40%.
Ahondando en las razones de este fenómeno, Victoria Monsalve cuenta que “hay una migración enorme hacia el sur” de gente que está “arrancando” de ciudades muy pobladas, en busca de tranquilidad y mejor calidad de vida, lo que dijo ha venido ocurriendo tras el estallido social.
Argumentó que uno de los factores que ha incidido en la movilidad de estas personas hacia ciudades como Valdivia, Osorno o Puerto Varas, es la posibilidad de trabajar online desde cualquier lugar.
“Tengo varios clientes que viajan a Santiago a sus empresas una o dos veces al mes, y el resto del tiempo trabajan desde su casa en el sur”, contó la propietaria de Victoria Monsalve Propiedades.
Agregó que, durante la pandemia los arriendos ya estaban copados y, ahora, se suma la gran cantidad de estudiantes de enseñanza superior que retornan al presencialidad, a raíz de lo cual afirmó que “estamos en un tiempo crítico”.
Victoria Monsalve agregó que en este minuto no toman “arriendos que están sobrevalorados”, salvo que sea de un cliente habitual, pues explicó que “uno le hace un daño al sistema”, expresó la propietaria de Victoria Monsalve Propiedades.
Al respecto, manifestó que esta situación los afecta ya que mucha gente que quiere arrendar piensa que son los corredores quienes suben los precios, lo que descartó de plano al afirmar que siguen recibiendo la misma comisión pagada una sola vez por el cliente y el arrendatario, cuando se concreta el negocio.
En tanto, María Dolores Daniel indicó que a veces algunos dueños, como los arriendos han subido tanto, quieren aumentar aún más el precio, por ejemplo de $300 mil a $400 mil.
Y acotó que como corretaje se oponen a ello, pues explicó que “tenemos que velar también por las personas que están arrendando, y hay un contrato de por medio”.
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