Alrededor de 200 millones de perros viven actualmente en las calles, según la Asociación Mundial de Veterinaria y la mayoría de ellos no tiene una raza definida. Esta cifra incluye a los que se escaparon o se perdieron y los que tienen propietario. Muchos pasan hambre, sed, frío, padecen enfermedades o son envenenados, entre otras formas de maltrato.
Adoptar, una gran decisión
Por ello, adoptarlos es una gran decisión. Paulina Grandón, veterinaria de la clínica Boroschek, destaca algunas de las razones para hacerlo. “En la Región de Los Ríos permitiría que hubiera menos sobrepoblación de perros en las calles y también menos jaurías”.
La profesional hizo un llamado a que quienes adopten, lo hagan de manera responsable y castren y esterilicen a sus perros.
En todas las comunas existen agrupaciones que tienen perros para dar en adopción, luego de que los recogen de la calle. Algunos se instalan en lugares públicos y otros lo hacen a través de redes sociales. Pero opciones siempre existen.
Características
Paulina Grandón destaca que los mestizos o perros sin raza “son mucho más dóciles y tranquilos y también más sanos y viven más tiempo porque tienen menos patrones a repetir”.
Explica que “no tienen enfermedades consanguíneas o congénitas, clásicas de los perros de raza. Por ejemplo, tienen menos displasia de caderas, menos atrofia cardiaca, porque no repiten patrones heredables, ya que pueden tener hasta 10 genes distintos”.
Por lo mismo, afirma que “a ellos es más fácil moldearles el carácter porque no lo tienen definido”.
¿Por qué tener un perro en tu vida?
Las razones para tener perros en nuestras vidas son múltiples y todas beneficiosas.
Son una compañía permanente y fiel; ayudan a no tener una vida sedentaria, pues debes pasearlos constantemente; son excelentes terapeutas infantiles, que favorecen que los más pequeños se relacionen mejor con sus pares (y también a los más grandes); permiten desconectarse del ajetreo diario y, por lo mismo, a tener tiempo libre de calidad y, por sobre todo, son sinónimo de amor incondicional, pues si lo amas y tratas bien, te devolverán ese amor multiplicado.
Si además hablamos de perros sin casa y sin raza, que buscan un hogar para no aumentar las cifras de perros callejeros en el lugar donde vives, lo ayudas a él, te ayudas a ti y ayudas a tu comunidad. Círculo virtuoso por donde se mire.
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