Durante esta jornada, trabajadores que se desempeñaban en la reposición del liceo Carmela Carvajal de Prat, ubicado en el centro de Osorno, denunciaron que estaban siendo finiquitados por la empresa a cargo de la obra, que se habría declarado en quiebra.
Así lo señaló Héctor Oyarzún, vocero de los trabajadores, quien señaló que en el proyecto trabajaban cerca de 100 trabajadores, tanto quienes laboran para la constructora Baker Limitada como aquellos que están subcontratados para efectuar tareas como albañiles, pintores o eléctricos.
Precisó que fueron citados esta mañana a la obra, donde una funcionaria administrativa les informó que la empresa se declaró en quiebra, por motivos financieros.
El proyecto del emblemático liceo osornino, que cuenta con unos 1.200 alumnos, contempla una inversión final 8.641 millones de pesos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR).
El nuevo edificio consideraría la construcción de camarines, cubierta del gimnasio, instalación de cielos interiores en las salas, techumbre de la biblioteca, y ventanas y ventanales en pasillos del recinto, entro otros.
En conversación con Diario de Osorno, el alcalde Emeterio Carrillo expresó que maneja los mismos antecedentes extra oficiales sobre el tema.
“Al municipio, la empresa no se ha hecho presente. No ha notificado, ni por correo, ni por escrito, ni por llamada telefónica. Por lo tanto, no manejamos nada oficial”, comentó pasadas las 13 horas.
Junto con señalar que están a la espera de que la empresa oficialice lo anterior, el jefe comunal dijo que conversó al respecto con personas del Gobierno Regional, quienes le indicaron que tampoco han recibido ninguna notificación.
“Una vez que tengamos una comunicación oficial, nos pronunciaremos al respecto, Pero, no obstante ello, nosotros igual estamos haciendo algunas acciones para ver qué es lo que realmente está pasando”, afirmó.
Emeterio Carrillo además acotó que la obra registraba un 73% de avance y debiera haber sido entregada en enero de 2023.
Héctor Oyarzún agregó que estaban planeando efectuar una demanda grupal a la Inspección del Trabajo, para que se les pueda pagar los sueldos y finiquitos, como también esperaban que la Municipalidad tomara cartas en el asunto.
Explicó que hace tiempo la empresa venía registrando atrasos en la fecha de pago de los sueldos y, además, hay de gente a la que se le entregó solo la mitad de su remuneración.
El vocero de los trabajadores añadió que también hay problemas con las imposiciones, cuyo retraso en el pago llega en algunos casos hasta el año y medio.
“La empresa dispone de esa plata. A nosotros, por planilla tenemos el descuento de las imposiciones de salud y AFP”, criticó.
Asimismo, el trabajador indicó que algunas personas fueron despedidas en junio o hace dos meses, y aún no se les había pagado el finiquito.
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