“Verdad, justicia por los extraviados”, fue una de las consignas que esta tarde gritaron en el centro de Osorno familiares y cercanos a personas desaparecidas en esta ciudad. Algunas de ellas fueron halladas muertas y de las otras aún se desconoce su paradero.
En la movilización, iniciada pasadas las 16:30 horas, participaron personas portando globos blancos, pancartas y fotos de sus padres, esposos, hijos, hermanos y amigos.
La actividad fue organizada por la agrupación “Christian Cárdenas, hasta encontrarte”, nacida en recuerdo del joven desaparecido el 6 de julio de 2020 y cuyo cuerpo fue encontrado el 10 de octubre de ese año, en el río Rahue.
El grupo partió en Plazuela Yungay, recorrió calle Ramírez hasta Portales, luego tomaron Nueva Mackenna, para terminar con una emotiva ceremonia frente a la Catedral San Mateo.
Felipe Román, vicepresidente de la agrupación “Christian Cárdenas, hasta encontrarte”, señaló que es la segunda marcha de este tipo que han realizado desde que se constituyó la organización.
“El motivo principal es poder visibilizar los casos de personas extraviadas, como el de Hasper del Río, quien tras 14 años aún se desconoce su paradero, o el de personas que estuvieron desaparecidas y fueron encontradas sin vida, sin que aún haya justicia ni se sabe la verdad de por qué fueron halladas fallecidas”, explicó.
Asimismo, Román manifestó que como agrupación están muy satisfechos por la Ley de Extraviados, aprobada la semana pasada en el Congreso.
“Se va a sumar trabajo de búsqueda por parte de la PDI, Carabineros y el Registro Civil. Invitamos a la comunidad a ser parte de esta iniciativa, porque esto le puede pasar a todos nosotros”, destacó el dirigente.
Otra de las personas que marchaba esta tarde era Mireya Aranda, a cuyo esposo Víctor Marcelo Dumenes Pérez se le perdió el rastro tras haber salido a pescar en Río Negro.
Como se recordará, el hombre fue a un sector rural, que conocía muy, pues se había criado ahí. Al no regresar, su familia presentó una denuncia por presunta desgracia.
En el lugar al que fue a pescar se halló su auto, pero no había rastros de Víctor. Al día siguiente, fue encontrado su bote inflable, destrozado entre las rocas.
“Mi marido desapareció hace ya 50 días y la ayuda ha sido nefasta”, se quejó la esposa, visiblemente molesta.
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