“Yo aún no entiendo qué fue lo que pasó y por qué retiraron la obra, que aún no está terminada”, dijo Camilo Guerrero, el artista de origen colombiano, tras la controversia por su obra “Di susurrando… Te amo mi amor” anteriormente ubicada en Puerto Varas y quien defendió su trabajo, tras las críticas por parte de la comunidad.
Debido a la polémica, el pasado fin de semana se hizo el retiro de la obra, que estaba ubicada en la costanera de la comuna lacustre, que representa a una liebre cargando a un bebé en sus brazos.
“Esta obra tiene una justificación técnica, que es darle una alternativa a las esculturas de madera y en lo conceptual, hacer una reflexión a la maternidad, que es algo bello y que una mujer cuando tiene hijos pierde la magia de estar hermosa y sexy, es una mentira”, dijo a Diario de Osorno el creador de la obra.
Para el maestro en Artes Plásticas y especializado en Arte Público, además de la maternidad, la obra muestra cómo los seres humanos traspasamos las fronteras de la naturaleza y quiere que las personas reflexionen acerca de este tema.
"Hay una reflexión que va más en relación con la fauna y que tiene relación con mis años en Puerto Varas, y la cantidad de animalitos que han ido desapareciendo del lugar. Todos los bosquecitos que tenía alrededor ahora son casas. Y una liebre, porque es lo que yo veía más cerca de donde vivo", agrega.
“Mis obras están ligadas a mi vida personal y yo fui papá de nuevo hace cinco meses. No me pongo a armar discursos inventados, sino que tiene que dejar una huella, así como los escritores al final de sus días escriben una autobiografía, yo realizo estas obras”, detalla Guerrero.
En lo estructural, la escultura fue modelada en ferro-cemento y con talles en madera de alerce, con una altura de 1.7 metros. “El bebé está tallado en alerce, porque ese tipo de madera es la que resiste los cambios en el tiempo a la intemperie”, explica.
Para Camilo Guerrero, esta obra está en proceso. “Ahora me queda hacer los detalles de la liebre, del cuerpo, de las manos, que quede anatómicamente correcta. Después, quiero agregar mosaicos, para mostrarla nuevamente. Hay que ver el tema de los permisos y quien estaría dispuesto a mostrarla”.
Guerrero ha contestado a gran parte de los comentarios de las personas en redes sociales. “Estoy feliz por cómo se generó el debate, porque ya no es sólo una escultura, sino que un experimento social y devela cómo está la psiquis colectiva”, agrega.
Finalmente, el artista explica que “toda la controversia se generó por un twitter por una obra que no está terminada, yo diría que está en un 50 o 60 por ciento y por lo mismo, no debiesen criticarla hasta verla completa”.
Esta escultura es un proyecto autogestionado y contó con el permiso de la Secretaría de Medio Ambiente y Turismo de la Municipalidad de Puerto Varas.
Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA. Powered by Global Channel