La cantidad de agua potable que ocupan cuatro familias durante un mes es lo que se pierde con tan sólo una hora de un grifo que queda abierto por una mala manipulación. Una situación que no sólo puede provocar problemas de presión en las viviendas, sino que también es un serio riesgo cuando ocurre una emergencia como un incendio, donde los bomberos necesitan ocupar agua desde los grifos de forma urgente.
Por esta razón desde la empresa Suralis realizaron un llamado a cuidar los grifos y no manipularlos.
“El costo de un grifo y su reposición puede llegar a los cinco millones de pesos, que debe asumir la sanitaria al no tener a los responsables del daño a la infraestructura pública. Pero eso no es todo, también se han descubierto grifos que han sido manipulados para lavar autos en la calle, una práctica que ocupan algunas personas conocidas como cuidadores de autos y que lamentablemente es común en las calles de algunas comunas, sobre todo en el verano”, expresó el gerente de Operaciones de Suralis, Marcelo Cofré.
Otras situaciones que se repiten son los choques de automovilistas con grifos y se dan a la fuga, dejando la estructura fuera de su base y provocando una gran pérdida de agua. “Dañar un grifo puede configurar un delito por daños, y manipularlo constituye un delito de usurpación de aguas. En cualquiera de los dos casos es imprescindible que la misma comunidad denuncie estos hechos para seguir caminos penales”, señaló Alberto Manríquez, gerente de Asuntos Jurídicos de Suralis.
Desde la empresa insistieron que las únicas personas que pueden manipular estas estructuras es personal de la propia compañía y bomberos en caso de emergencias que así lo ameriten. Ante cualquier situación que alguna persona vea puede llamar de forma anónima al 600 401 4000 y denunciar para encontrar y sancionar a los responsables.
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