Los rostros de quienes aún no han sido encontrados en Osorno

En la zona se mantiene la denuncia por presuntas desgracias. Ha pasado el tiempo, pero las investigaciones no prescriben mientras aparezcan nuevos antecedentes.

Profunda preocupación genera en la comunidad los diversos casos de personas extraviadas en Osorno.

Hay casos emblemáticos como el de Pablo Hurtado Recabarren, de quien se perdió contacto en el sector río Tijeral. O el de Marcelo Catalán, quien desde el 2022, no se sabe su paradero desde que se le vio por última vez en la Población Schilling.

Grandes esfuerzos se han desarrollado en estos casos; cada cierto tiempo aparecen nuevos antecedentes que dan nuevos impulsos a las pesquisas, pero nada se sabe de ellos.

Esta semana se realizaron pesquisas en conjunto entre efectivos de la Policía de Investigaciones de Osorno e integrantes de URAT en el río Rahue.

Las indagaciones buscaban dar con el paradero de María Pacheco y Juan Colguan, cuyo rastro se ha perdido desde agosto de este año.

María Pacheco, de 36 años de edad, fue vista por última vez el domingo 25 de agosto tras salir de su casa hacia la cancha en el sector Quinto Centenario. Su descripción indica que mide 1.60 y vestía un polar café, jeans negros y zapatillas rojas.

En el caso de Juan Colguan, la información indica que se trata de un adulto mayor extraviado desde el miércoles 7 de agosto, visto por última vez en un restaurante ubicado en el sector de Rahue Bajo, posteriormente dirigiéndose al paradero afuera de la Escuela Italia con un bolso. Su descripción señala que mide 1.50 aproximadamente, de tez morena, pelo canoso y ojos negros.

Este martes 10 fue encontrado un cuerpo masculino en el sector de Pilauco, pero hasta ahora no se ha confirmado la identidad de la persona.

Casos 

En la Policía de Investigaciones tienen una serie de fichas de casos informados como presuntas desgracias y que se mantienen activos, pese al paso de los años.

Desde la PDI señalan que la Brigada de Homicidios está a cargo de las labores investigativas de las presuntas desgracias que incluyen diversas pesquisas.

Son temas delicados donde se empatiza con las personas que quieren saber qué fue de sus familiares. 

El trabajo que hace la PDI, no solamente es salir a buscar a las personas como una fuerza de tarea, por ejemplo, como lo hace Carabineros y Bomberos. Lo que se hace es un análisis investigativo de la desaparición de la persona. 

En caso de encontrar a una persona viva o fallecida, las entidades especializadas le realizan los exámenes correspondientes y recién allí se cancela la investigación.

Hay casos que se mantienen activos mientras no surja un antecedente que la vuelva a activar; por lo mismo, en los registros de la PDI aparecen personas que han sido buscadas por presunta desgracia desde el 2008 como es el caso de Hasper Denis Del Río Nactoch.

De Hasper se supo que la última vez que se le vio fue el 9 de abril de 2008 en Osorno. Se sabe que tiene 15 años, es de tez blanca y mide 1,55 metro.

A la joven, estudiante del 2º  F del Instituto Comercial de Osorno se le perdió la pista al salir de su casa, en el sector Francke.
PDI realizo amplias búsquedas en el predio de Cristián Rogel, quien fue imputado en el caso.

Presuntas desgracias

Conoce los casos que siguen caratulados como presuntas desgracias en Osorno.

El subprefecto Javier Yusthy, jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Osorno señala que su unidad es la encargada de realizar todos aquellos procedimientos referentes a las presuntas desgracias, como son la toma de denuncia, asignación inmediata de los encargos a nivel nacional de las quienes estén desaparecidos y todo aquel procedimiento investigativo que nos permite la ubicación de las personas”.

El oficial indica a Diario de Osorno que además de lo anterior, se tramitan las diversas órdenes de investigar e instrucciones particulares que remiten a diferentes fiscalías de la provincia. 

“En lo que respecta a las presuntas desgracias diligenciadas por nuestra unidad, podemos realizar una diferenciación entre adultos y menores desaparecidos, sólo como factor estadístico, indicando que en el año 2018, hubo 38 investigaciones ligadas a adultos y 15 de menores de edad”, dice.

“En el año 2019, 28 de adultos y 14 de menores. Mientras que, entre los años 2020 al 2022, se mantuvo un promedio cercano a las 20 investigaciones de adultos y menos de 10 por año de presuntas desgracias infantiles”, recalca.

El subprefecto Yusthy indica que en lo que va del año, se ha mantenido un número significativo de presuntas desgracias que corresponde a 32 investigaciones de adultos y 11 de menores. 

“Referente a las denuncias, debemos hacer presente a la ciudadanía, primeramente, derribar el mito del tiempo que debe existir entre la desaparición y la denuncia, para lo cual podemos indicar que no existe un plazo determinado ni horas que se deban cumplir para realizar la respectiva denuncia. Esta la puede realizar cualquier persona en favor de otra”, recalca.

El jefe de la BH hace hincapié en que los antecedentes que se deben entregar deben ser los máximos, útiles para la ubicación de la persona, sea adulta o menor de edad. “Esto es, descripción de las vestimentas con las cuales fue visto por última vez o en su defecto el tipo de ropa que suele usar el presunto desaparecido”.

“También, como por ejemplo el uso de aros, si es que los usa, de qué tipo son, tatuajes con su respectiva descripción y todas las características físicas de la persona ubicar. Es lo posible, además, una fotografía lo más reciente, puesto que son estos los antecedentes que permiten realizar los encargos a nivel nacional y que sirven para la más pronta ubicación de las personas”, agrega. 

Indica también que, ante cualquier duda, se invita a la ciudadanía a acercarse a los cuarteles policiales de la PDI para recibir indicaciones o resolver algún tipo de duda.

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