Una creciente sensación de inseguridad se está arraigando en Osorno en estos meses de verano debido al aumento de robos en tiendas comerciales y supermercados y la presencia de sujetos bebiendo alcohol y consumiendo drogas en plena vía pública y a vista y paciencia de los vecinos.
En el sector oriente de Osorno siguen denunciando la falta de respuesta de Carabineros ante la presencia de sujetos consumiendo alcohol y drogas, principalmente en la intersección de calles Julio Buschmann con 18 de Septiembre.
Vecinos han indicado a Diario de Osorno que, a pesar de los llamados al 133, las llamadas son derivadas erróneamente a San Juan de la Costa, mientras que la Primera Comisaría delega la acción al nivel 133, el cual no funciona en la zona. Añaden que el Plan Cuadrante tampoco pudo acudir debido a otro procedimiento.
Paralelo a ello hay denuncias de constantes robos en la ciudad, especialmente en supermercados y tiendas comerciales osorninos, hecho que son denunciados por las redes sociales, incluso publicando registros de video de estos locales.
Comerciantes de la ciudad aseguran que en Osorno está actuando una banda de delincuentes provenientes de otras ciudades -tal vez de Santiago- que ha encontrado en Osorno un terreno fértil para delinquir, aprovechando la baja de patrullajes de Carabineros e inspectores municipales encargados de la seguridad.
Esta banda, aprovechando la poca vigilancia efectiva operan con total impunidad, especialmente en el sector oriente de la ciudad.
Vecinos y comerciantes están desesperados ante la creciente ola de robos, que ha golpeado duramente a locales comerciales y pequeños negocios, convirtiendo a Osorno en un blanco fácil para la delincuencia organizada, generando temor y un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas inmediatas.
Cabe recordar que el 9 de octubre de 2024, el Ministerio de Bienes Nacionales se adjudicó la propiedad que por años perteneció a Carabineros de Chile, donde anteriormente funcionó el retén Chuyaca y, posteriormente, la tenencia Carretera.
Esta decisión, tomada durante la anterior gestión municipal al término de su período, marca un duro revés para la seguridad en Osorno, representando un retroceso en materia de resguardo policial.
Según lo señalado en el documento oficial, esta medida deja nuevamente a Osorno sin un punto clave de vigilancia y control, generando preocupación entre los vecinos y dirigentes sociales.
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