Acortar la brecha entre la academia y los gestores y tomadores de decisiones para la conservación es sin duda un desafío que tiene Chile y Latinoamérica, específicamente en torno a la integración de los datos genéticos a las estrategias y políticas de gestión para la conservación.
Y es precisamente por ello que la investigadora de la Universidad de Los Lagos, doctora Constanza Napolitano lideró un proyecto innovador y ampliamente colaborativo que fue publicado recientemente en la revista Frontiers in Genetics.
Se trata de un estudio que involucró a 32 profesionales de 20 países de Latinoamérica, quienes obtuvieron 468 encuestas aplicadas a gestores de la conservación en América Latina, implicados directa y recientemente en la conservación de una especie o área, en una amplia extensión territorial comprendida entre estos países latinoamericanos.
“Comprendiendo la brecha entre conservación y genética en América Latina: Desafíos y oportunidades para integrar la genética en las prácticas de conservación” es el nombre del proyecto liderado por la doctora Napolitano quien destaca principalmente la colaboración estrecha entre investigadores.
“Abordamos desafíos y oportunidades para integrar la información genética en las prácticas de conservación en Latinoamérica, y también la brecha de género, entre otros temas de interés para la región. En este trabajo ofrecemos recomendaciones para superar las barreras que impiden integrar la información genética en las acciones de conservación”, señala la doctora Napolitano.
“Con este estudio queremos contribuir con nuevas reflexiones que nos permitan avanzar hacia una colaboración más estrecha entre investigadores y servicios públicos encargados de la gestión y toma de decisiones para la conservación de la biodiversidad, tanto en Chile como en Latinoamérica”, agregó.
Según explica la investigadora, se realizó una encuesta en América Latina para identificar obstáculos y oportunidades para la colaboración entre investigadores dedicados a la genética y gestores para la conservación. Ahí se recogieron un total de 468 cuestionarios contestados procedentes de 21 países latinoamericanos.
La mayoría de los encuestados (65%) han realizado o utilizado estudios genéticos en su área o especie gestionada, y estos estudios son considerados relevantes para sus objetivos de manejo para la conservación, contribuyendo a informar las decisiones de manejo.
Los encuestados que no habían realizado o utilizado estudios genéticos (35%) pertenecen principalmente al grupo no académico y entre estos, los principales obstáculos mencionados fueron el acceso limitado a financiamiento, a instalaciones de laboratorio genético, y a personal capacitado para diseñar estudios y realizar trabajos de laboratorio.
“Desde hace tiempo se viene discutiendo sobre el desafío de integrar los resultados genéticos a la gestión para la conservación y cómo las y los investigadores podemos tener más vínculos con los tomadores de decisiones, para que nuestros resultados genéticos no queden encerrados en la academia” sostiene la doctora.
“Para ello, en nuestro trabajo proponemos agendas ajustadas a las necesidades y realidades de la altamente heterogénea, biodiversa y desafiante región latinoamericana. En específico para Chile, se requiere de un diagnóstico más profundo en nuestro país acerca de los desafíos y oportunidades para integrar la genética en las prácticas de conservación”, explica Napolitano.
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