Escuela Ana Aichele de Osorno ofrece talleres inclusivos para estudiantes con necesidades especiales

La escuela cuenta con 40 cupos para los talleres disponibles este verano.

Desde el pasado 6 de enero de 2025, la Escuela Especial Ana Aichele de Osorno lleva adelante la segunda edición de su programa “Un Verano en mi Escuela”. 

Esta iniciativa del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) busca ofrecer un espacio seguro y estimulante durante las vacaciones, beneficiando a 40 estudiantes con diferentes discapacidades y trastornos del desarrollo.

La directora Fabiola Figueroa explicó que el programa nació para responder a las necesidades de las familias trabajadoras. “Los padres necesitan un espacio donde sus hijos sigan aprendiendo y puedan continuar con sus rutinas mientras ellos cumplen con sus responsabilidades laborales”, señaló. 

Este proyecto no solo apoya a las familias, sino que también asegura que los estudiantes tengan continuidad educativa y social durante el verano.

Los talleres son personalizados según las habilidades y necesidades de cada estudiante, quienes presentan diagnósticos como Trastorno del Espectro Autista (TEA), Asperger y otras discapacidades. 

Maruzella De Paoli, profesora de Educación Física y coordinadora del programa, explicó: “Trabajamos con actividades personalizadas, por ejemplo, con un niño ciego hacemos ejercicios que fomenten el uso del tacto y la audición. También contamos con estudiantes con movilidad reducida a quienes les damos ejercicios adaptados”.

Una de las actividades más valoradas es la natación. En la piscina, los estudiantes disfrutan de sesiones recreativas y terapéuticas, siempre bajo la supervisión de monitores capacitados. 

Refuerzo académico y rutinas de autocuidado

El programa también incluye refuerzo académico en lenguaje y matemáticas, liderado por la profesora diferencial del establecimiento. Esta estrategia busca mejorar las habilidades cognitivas de los estudiantes durante las vacaciones. “Si un niño tiene dificultades con la lectura o escritura, le proporcionamos actividades que lo ayuden a practicar y mejorar”, explicó De Paoli.

Paralelamente, se fomenta el autocuidado mediante rutinas diarias que incluyen hábitos de higiene personal como el lavado de manos y dientes. Los niños también reciben desayuno y almuerzo proporcionados por la Junaeb, garantizando una experiencia integral. 

Inclusión y extensión a la comunidad

De los 40 cupos disponibles, 10 están destinados a estudiantes de otras escuelas, promoviendo la inclusión más allá del establecimiento. Aunque el transporte ha supuesto algunos desafíos, la participación se mantiene entre 25 y 30 asistentes regulares. 

Para reforzar el aprendizaje en casa, los monitores trabajan en conjunto con los padres, ofreciéndoles recomendaciones sobre actividades fáciles de realizar con materiales disponibles. 

El programa “Un Verano en mi Escuela” se ha consolidado como una iniciativa clave para la inclusión y el desarrollo de los estudiantes, combinando educación, recreación y apoyo a las familias en un entorno seguro y enriquecedor.