La medalla que ningún osornino debe olvidar
Por Pablo Santiesteban / 11 de agosto de 2024 | 22:57
Se acabaron los Juegos Olímpicos de París 2024 y el saldo para Chile fue el de dos medallas, una de oro y otra de plata, que deja al país en el lugar 55 del medallero mundial, el quinto mejor país latinoamericano detrás de Brasil, Cuba, Ecuador y Argentina.
Historias de esfuerzo y perseverancia de los deportistas han conmovido, pero también lleva a recordar éxitos rutilantes del deporte chileno en la principal cita, una de ellas logrados por un osornino inolvidable, el boxeador Claudio “Tripa” Barrientos.
Quince han sido los chilenos que han logrado medallas en los Juegos Olímpicos, pero la medalla del osornino Barrientos nos remonta a los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 cuando aportó con una medalla de bronce en la categoría gallo.
Ese año 1956 acudieron tres boxeadores hasta Melbourne, Australia, y los dos retornaron con medallas, ellos fueron el ya mencionado Barrientos junto a Ramón Tapia en el peso mediano y Carlos Lucas en medio pesado.
Claudio Barrientos Negrón nació el 10 de noviembre de 1936 en Osorno, pero su infancia y juventud la vivió en San Juan de la Costa.
En los años cuarenta del siglo XX el gran ídolo del boxeo era Arturo Godoy y ese fue el ídolo a imitar, no sólo por el osornino, sino que por todos los que se dedicaban al rudo deporte de los puños.
El “Tripa” Barrientos fue seleccionado a la cita olímpica y llegaba con esperanzas, pues en los Juegos Panamericanos de México 1955 había logrado medalla de plata. Junto a él viajaron Carlos Lucas, oriundo de Villarrica, y el antofagastino Ramón Tapia.
Según crónicas de la época escritas por el destacado periodista deportivo Julio Martínez, Jotaeme, habla sobre la poca adaptación a las comidas locales australianas de Barrientos y su dificultad para alcanzar el peso en su categoría, evento que lo habría debilitado en gran manera.
Las crónicas de la época retrataron a los tres púgiles chilenos como el terror de los polacos, pues coincidieron con debutar ante boxeadores de ese país y los tres con victorias.
Barrientos inició ganando al polaco Zenon Stefaniuk y para asegurar el paso a los cuartos de final derrotó al brasileño Eder Jofré.
En las semifinales, el rival fue el surcoreano Soon-Chung Song quien lo derrotó por puntos en una decisión polémica por parte de los jueces y que fue criticada por los periodistas y especialistas de boxeo que observaron una mayor superioridad del chileno.
La crónica de Julio Martínez culpa principalmente a factores como el control de peso como los principales responsables de su medalla de bronce y criticó la preparación precaria en el que funcionaba el boxeo chileno, comparado con la buena preparación de los púgiles de los países de Europa del Este, en especial los soviéticos.
Con esa derrota el osornino se quedó con la medalla de bronce en conjunto con el irlandés Frederick Gilroy y pasó a la historia del deporte chileno.
La medalla de bronce fue el trampolín de Claudio Barrientos para iniciar su carrera como profesional.
Fue en 1958 que Claudio Barrientos inició su carrera como profesional y con resultados rutilantes y ganando por nocaut.
Entre 1958 y 1959 el “Tripa” Barrientos era imparable y sumó ocho triunfos siete de ellos por nocaut y no conocía la derrota. Recién a fines de 1959 fue derrotado cuando disputó el título de Chile en una categoría que no era la suya, en el peso pluma, por puntos ante Roberto Lobos en el Teatro Caupolicán.
En 1960 volvió a enfrentarse contra su rival de los Juegos Olímpicos de Melbourne, el brasileño Eder Jofré en Sao Paulo y perdió por nocaut técnico.
Su rendimiento tuvo una baja, pese a su talento innato para el boxeo y en 1962 perdió por puntos ante el emergente iquiqueño Godfrey Stevens. Su última pelea profesional fue el 8 de junio de 1962 ante Abelardo Gutiérrez con quien logró un empate.
El “Tripa” Barrientos falleció muy joven, a los 46 años, cuando tuvo una complicación médica y debió ser trasladado de urgencia al Hospital de Valdivia, recinto donde falleció el 7 de mayo de 1982. Su deceso golpeó a los aficionados del boxeo que lo vieron brillar y esperaban una carrera profesional que lamentablemente no pudo afianzar, pese a su talento y valentía.
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