“Es importante realizar el diagnóstico oportuno” del TEA

Profesional del Hospital de Puerto Montt llama a enfocarse también en las familias de personas con esta condición del neurodesarrollo.

“El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo. Esto quiere decir que no es una patología y como sistema debemos intervenir durante todas las etapas del ciclo vital de las personas”, afirmó Romanet Pinto, terapeuta ocupacional del Servicio de Salud Mental Infanto Juvenil del Hospital de Puerto Montt.  

En el Día Mundial de la Concientización del autismo, la profesional hizo un llamado a las familias a identificar ciertas señales tempranas del TEA que resultan fundamentales en los niños durante sus primeros años de vida. 

“Si existe algún retraso en el desarrollo psicomotor, en el lenguaje, en ciertas alteraciones de la integración sensorial de estímulos, tales como la selectividad alimentaria, intolerancia a ciertas texturas de la ropa, a los ruidos o tienden a aislarse socialmente es importante poder evaluar y realizar el diagnóstico oportuno”, precisó. 

La profesional dijo que lo primordial para sobrellevar de manera más funcional esta condición es contar con el apoyo y comprensión de los seres queridos y con un acompañamiento y tratamiento de profesionales como terapeutas, psiquiatras, neurólogos y fonoaudiólogos en caso de ser necesario. Sin embargo, “la tarea es todos como sociedad”, aseguró Pinto. 

Adolescentes en riesgo

La terapeuta ocupacional, junto con recordar que el TEA es una condición del desarrollo, expresó que hay que colocar énfasis en la adolescencia. “Los jóvenes con esta condición presentan dificultades en las habilidades sociales, se sienten diferentes a otros y muchas veces son discriminados y aislados por sus mismos compañeros” alertó. 

Pinto sostuvo que el llamado es a ser más empáticos, tanto con niños, niñas y adolescentes con TEA, como con sus familias, que acarrean una importante carga emocional, sobre todo al momento de evaluar la independencia de sus hijos y lo costoso que pueden resultar los tratamientos disponibles para lograr que sean más “funcionales”. 

“Estamos todos llamados a realizar pequeños cambios. Desde ser más empáticos cuando vemos a madres realizando contención emocional por alguna agitación psicomotora de sus hijos, hasta respetar rutinas que para ellos son importantes y que nosotros podemos flexibilizar. Asegurar el acceso a intervención a temprana edad y entregar una atención respetando las diferencias” también son relevantes, concluyó la especialista.