El síndrome cardiopulmonar por hantavirus (SCPH) es una zoonosis viral transmitida al ser humano por roedores silvestres, transmitida por el ratón de cola larga. Se trata de una enfermedad endémica, que desde los años 90, ha presentado casos desde la región de Coquimbo hasta Aysén.
Como explica la doctora Carla Mayorga, epidemióloga del Hospital Base San José Osorno, es una zoonosis que se trasmite principalmente al inhalar los aerosoles, ya sea de las heces, la orina o de la saliva de estos roedores portadores.
Otra vía posible de contagio, es a través de las mucosas conjuntival, nasal o bucal, mediante el contacto de las manos contaminadas con el virus, o el contacto estrecho con un paciente.
“El periodo de incubación fluctúa entre la primera y tercera semana, en general es similar a una gripe, que empieza con fiebre, dolor de huesos, cefalea, síntomas gastrointestinales y hay un compromiso del estado general y que puede provocar un cuadro respiratorio grave, incluso llegar a la UCI. Actualmente tiene una letalidad del 30%, entonces estamos hablando de una enfermedad grave y que se debe considerar como una emergencia médica”, detalla la doctora Mayorga.
En el año 2023, a lo largo de territorio nacional, hasta la semana epidemiológica (SE) 21, se confirmaron según fecha de inicio de síntomas 32 casos de hantavirus, 23 de ellos de sexo masculino. La tasa de incidencia a la fecha alcanzó a 0,16 por cien mil habitantes. De los 32 casos confirmados hasta mayo 2023, se identificaron seis casos fallecidos a causa de la enfermedad.
De acuerdo a la región de probable infección, corresponden a las regiones Metropolitana, O´Higgins, Maule, Biobío, Ñuble, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
Como detalla la especialista, si bien se trata de un cuadro similar a una gripe, es clave tener la sospecha o el antecedente de haber estado en un lugar rural o haber ido a acampar, estar en un lugar cerrado sin haber tomado las precauciones, haber tenido contacto con roedores o hacer senderismo en lugares no habilitados, entre otros en las últimas seis semanas.
“Si se va de camping o de paseo, lo ideal es mantener todo limpio alrededor, por lo menos 30 metros, donde no haya maleza, maderas, basura y al ingresar a un lugar, hay que ventilarlo, por lo menos media hora antes, taparse la cara, la nariz, la boca mientras se ventila, mantener alimentos tapados. También usar raticidas y usar senderos habilitados”, señaló la especialista
Finalmente, la epidemióloga enfatiza que la prevención y la detección precoz de paciente sospechoso es fundamental para poder evitar casos graves de esta enfermedad.
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