Durante las festividades de fin de año aumenta el consumo de carnes y embutidos, por lo tanto, la Seremi de Salud a través de la Unidad de Alimentos de acuerdo a la reglamentación vigente, enfoca sus fiscalizaciones durante este periodo en instalaciones como supermercados y carnicerías, con la finalidad de verificar las condiciones sanitarias de estos lugares y entregar recomendaciones para una compra y consumo seguro de carnes, para así evitar las Enfermedades Transmitidas por los Alimentos.
Este plan de fiscalización se enmarca en la mesa de trabajo que lidera la Delegación Presidencial Regional y que integran diferentes servicios públicos como Seremi de Salud, Servicio de impuestos Internos, SAG, Carabineros de Chile, Sernac y las respectivas municipalidades, a través de Rentas y Patentes.
“Nos encontramos realizando distintas fiscalizaciones en razón de las festividades de fin de año y articulados con otras carteras, revisando el cumplimiento de las normativas sanitarias, sobre todo en establecimientos o instalaciones de manipulación de alimentos, como son las carnicerías y los supermercados”, explicó Karin Solís, seremi de Salud.
“Hacemos un llamado a la comunidad a seguir comprando en lugares establecidos de manera de que puedan revisar las etiquetas y el rotulado de fechas de vencimiento, las características organolépticas de los productos y también un llamado a las personas y representantes de esta cadena de comercio a que realicen prácticas de manufactura de manera responsable, de manera de asegurar la salud de la población”, agregó Solís.
Con respecto a las recomendaciones a la ciudadanía para tener en cuenta durante la compra de carnes y embutidos, recalcó que deben comprar siempre en locales establecidos, que cuenten con resolución sanitaria y observar que, en el local, las superficies, equipos de mantención se encuentren limpios, además de la higiene del personal y las condiciones general de limpieza del local.
Es importante fijarse que las carnes deben estar refrigerados y aquellas envasadas deben contar con la correspondiente rotulación que indique el etiquetado nutricional, fecha de vencimiento, número de resolución sanitaria y condiciones de almacenamiento.
Se debe tener presente que las carnes faenadas y comercializadas de forma clandestina no aseguran su inocuidad, lo que significa innumerables riesgos para la salud de los consumidores, ya que se desconoce el estado sanitario del animal, o si el animal estaba bajo algún tratamiento veterinario que restringe la posibilidad de consumo de su carne.
Los riesgos de consumir carnes clandestinas son las enfermedades zoonóticas, como brucelosis, triquinosis, parasitosis, tuberculosis bovina e hidatidosis, las cuales pueden generar trastornos irreversibles para la salud de las personas.
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