Producto de una avanzada enfermedad, Carlos Silva Mancilla murió a sus 67 años, tras ocultar por 24 años a sus hijos el crimen de su esposa en Osorno, afirmándoles que los había abandonado. El 5 de junio del 2022 decidió confesar el crimen.
Silva reveló que el 13 de julio de 1988 asesinó a Marisol Abello Mancilla, enterrando sus restos en el Club de Campo de Osorno, lugar donde trabajaba en la época y tras pericias de la Brigada de Homicidios, encontraron osamentas y vestimentas que pertenecían a la víctima.
Pese a declarar su autoría en el crimen y admitir que planificó el homicidio por cuatro días, Silva no fue procesado debido a que en el año regía el antiguo sistema procesal penal y debido a que pasaron más de los 10 a 15 años que establece la ley como plazo, quedó prescrito el caso.
“Mi papá igual nos enseñó valores, estuvimos con él hasta las últimas porque pese a todo lo que pasó, él como papá fue bueno, fue un excelente abuelo y qué más nos queda que estar con él, las personas son humanas, cometen errores, nadie está libre de cometer un error”, señaló a Radio Biobio Marisol Silva, hija del matrimonio.
La mujer compartió lo difícil que fue para ellos descubrir la verdad sobre la desaparición de su madre, expresando el deseo de cerrar el ciclo y seguir adelante por sus hijos y ellos mismos.
El cuerpo de Silva Mancilla fue velado en una sede social de Osorno, mientras que su funeral se realizó el 27 de septiembre en un cementerio de la comuna.
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