“Dicen que hay escondidas joyas y monedas de oro en una bodega por debajo del río. Y dicen que los buzos que se han sumergido han visto un subterráneo con rejas que tapan el acceso”. Suena como un viejo cuento de piratas y de una isla de tesoro, sin embargo este relato corresponde a una antigua creencia de los habitantes del sector Ovejería de Osorno que afirmaban que en el viejo fuerte Reina Luisa aún existe un tesoro perdido por siglos.
La leyenda del tesoro del fuerte Reina Luisa se hizo popular por muchos años en Osorno, tal como otras historias fantásticas, entre ellas la de fantasmas en la vieja Casa Follert, lo que demuestra el pasado histórico de la ciudad. Sin embargo, este mito no tendría lógica, ya que según los documentos históricos el fuerte Reina Luisa era más bien una guarnición militar pequeña, destinada a proteger la reconstruida ciudad de Osorno, y no un lugar para acumular tesoros.
Siguiendo una línea histórica, Osorno fue fundado en 1558 por el gobernador García Hurtado de Mendoza y destruido en 1602, luego de la rebelión de Pelantaru y Anganamón. La refundación de la ciudad recién se produjo en 1796, aunque entre 1793 y 1794 se levantó el fuerte Reina Luisa para protegerse de levantamientos de los huilliches u otros ataques.
Objetivamente la única posibilidad de que haya habido un “tesoro” en el viejo fuerte debe haber sido con el pago de la tropa y unos pocos utensilios de plata del gobernador y, por lo demás, la dotación militar no pasaba de los 60 soldados.
Entre el 14 y 15 de noviembre de 1821 se produjo el motín del fuerte Reina Luisa donde la soldadesca se sublevó a su oficialidad por los malos tratos y pocas vituallas que se entregaban. Los soldados asesinaron a algunos oficiales e incluso mataron de un balazo al gobernador de Valdivia Cayetano Letelier, cuando intentó controlar el alzamiento.
En aquel episodio de sangre el dinero de la paga de los soldados y las llaves del almacén de víveres, fueron custodiados por el comisario militar Rafael Pérez de Arce. Cuando los sublevados le exigieron el dinero y las llaves, Pérez de Arce hizo entrega sólo del dinero, pero no de las llaves del almacén de víveres por temor a que los insubordinados se apoderarán de las raciones de ron.
SURGE LA LEYENDA
El fuerte Reina Luisa dejó de ser realista luego de la toma de Valdivia y sus soldados buscaron refugió más al sur en Maullín. La ciudad pasó a aceptar la causa patriota cuando el 25 de febrero de 1820 el mayor Jorge Beauchef se apoderó de Osorno de manera incruenta. Posteriormente en 1835 el lugar sufrió mucho deterioro con el terremoto ocurrido a comienzos de aquel año.
Los restos del fuerte se conservaron hasta 1850 y según los historiadores locales como Rodrigo Rodríguez, el lugar fue utilizado como bodega o sala de pólvora, que era lo usual en la época y ello, posiblemente, puede haber alimentado parte del mito del tesoro escondido. También está la teoría de que la leyenda haya surgido en una época más reciente, en especial cuando posterior al terremoto de 1960 se encontraron los cañones y la campana del fuerte en el fondo del río.
En el caso de que haya existido un tesoro éste puede que haya desaparecido hace muchos años, ya que sobre las ruinas del fuerte se construyó un matadero, lo que obligó a remover el lugar. Posteriormente, se efectuó la reconstrucción de lo que hoy conocemos del fuerte con la celebración de los 500 años del descubrimiento de América y el bicentenario de la refundación de Osorno, financiado primero por la colonia española de la ciudad y en 2007 hubo una segunda reconstrucción, con motivo de mejoramiento del fuerte como sitio turístico.
Durante todos esos trabajos de recuperación del fuerte, jamás se encontraron restos de monedas o plata, pero el imaginario popular dice que estos se encontrarían en la mentada bodega debajo del río Rahue.
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