Fue un hecho de armas que poco se conoce y no se estudia en las salas de clases, pero que significó mucho para que el sur de Chile finalmente adoptara la causa patriótica y dejara de apoyar a los realistas, nos referimos al Combate de El Toro, donde el mayor Jorge Beauchef derrotó a fuerzas enemigas que casi lo triplicaban en número.
Ocurrió un 6 de marzo de 1820, hace 201 años atrás, en lo que actualmente es la comuna de Fresia, región de Los Lagos, en la Hacienda “El Toro” en el sector denominado Polizones.
Antes de relatar esta gesta heroica hay que recordar que entre el 3 y 5 de febrero de 1820 Lord Thomas Cochrane dio un golpe fuerte a los realistas en la lucha por consolidar la independencia de Chile, tras tomar los fuertes de Corral y entrar a la ciudad de Valdivia que, junto con Chiloé, era el punto de pertrechos y principal apoyo a las expediciones de reconquista de los realistas.
Cuando Cochrane se apodera de Valdivia el grueso de los soldados huyeron hacia Carelmapu con la intención de pasar a la isla de Chiloé y ponerse bajo las órdenes del gobernador Antonio Quintanilla, pero cuando el gobernador se enteró que los patriotas, con apenas 308 hombres se tomaron Corral y todo el sistema de baterías que defendían casi 1.500 soldados no los quiso recibir y los envió de regreso “a recuperar lo que no supieron defender como hombres”, según se dice les espetó a los oficiales realistas.
Antonio Quintanilla separó de sus cargos al ex gobernador de Valdivia Manuel Montoya y al comandante Juan Santalla y nombró en su reemplazo al teniente coronel Gaspar Fernández de Bobadilla y al capitán Miguel Senosiain. Ambos oficiales, 300 a 400 hombres de infantería, un escuadrón de caballería y 2 cañones se dispusieron a cruzar el río Maullín y se dirigieron contra los patriotas que estaban al mando de Jorge Beauchef.
EL ENÉRGICO FRANCÉS
Tras la captura de Valdivia, Thomas Cochrane dejó al francés Jorge Beauchef como gobernador militar de la ciudad y él se dispuso a intentar atacar la isla de Chiloé por la península de Lacuy y con apenas 60 hombres. Beauchef le expresó a Cochrane que aquello era una locura, pero el marino escocés no quiso escucharlo. La relación entre ambos se había vuelto tirante durante y después de la acción de Valdivia. El tiempo le dio la razón a Beauchef, pues el intento de invasión de Cochrane fue un fracaso al no contar ya con el factor sorpresa para intimidar a Quintanilla.
Mientras tanto el oficial francés se enteró semanas después de la toma de Valdivia que nuevas fuerzas realistas amenazaban la zona, por lo cual decidió tomar a un grupo de unos 200 hombres y avanzar a la ciudad de Osorno, que en un principio había albergado a los realistas que huían de Valdivia. Al llegar, Beauchef a Osorno el 25 de febrero de 1820 toma posesión del Fuerte Reina Luisa y el día 27 hace recorrer por la ciudad el pabellón chileno, obligando a la población a aceptar la causa de la patria.
En Osorno el oficial se entera del avance de los realistas desde Carelmapu y del número de hombres que posee. Claramente ve que está en inferioridad numérica, pero igual decide salir de la ciudad y enfrentar a los enemigos. Beauchef elige a 140 de sus mejores soldados y sale de Osorno, siguiendo el Camino Real, el 3 de marzo a buscar a los hombres de Fernández de Bobadilla.
LA BATALLA DE LA HACIENDA
El 6 de marzo Beauchef encomienda al capitán José María Labe que se haga cargo de una avanzada junto a 50 hombres. Esta avanzada se topó con los realistas en la Hacienda El Toro y de inmediato se produjo un tiroteo. Labé supo mantener su posición una hora, pese a que los realistas también hicieron uso de los dos cañones que tenían, pero le dio tiempo a Beauchef para llegar a auxiliarlos.
La situación era dramática para Labé y los realistas seguros de su victoria atacaron con un cuerpo de caballería del capitán Miguel Senosiaín, al tiempo que el resto de la infantería rompió sus posiciones y atacaron a la bayoneta. Labé y sus hombres retrocedieron con rapidez y lograron toparse con el grueso del destacamento que dirigía Beauchef, cosa que no esperaban sus enemigos.
Le tocó a Beauchef y a los 90 hombres que comandaba entrar en acción y protegidos desde un árbol atravesado hizo abrir fuego de fusilería contra la caballería e infantería que los atacaba y los hizo retroceder. En el escape, la caballería se mezcló con los infantes que venían de atrás y Beauchef ordenó atacarlos a la bayoneta, aumentando más la confusión de la tropa de Fernández de Bobadilla.
Algunos soldados patriotas se apoderaron de los caballos realistas y persiguieron a los enemigos alrededor de cinco leguas para darles caza en su desordenada retirada. Los realistas dejaron en el campo dos cañones, 140 fusiles, 1 carga de municiones, 40 muertos y 106 prisioneros, entre ellos doce oficiales. Sólo Bobadilla y Senosiain, seguidos de unos cuarenta oficiales y soldados, lograron cruzar el río MauIlín, y el resto de la tropa se dispersó abruptamente. Los patriotas tuvieron 11 muertos y 29 heridos.
Al día siguiente cerca de 300 soldados chilotes se entregaron y, tras declararse convencidos de la causa patriótica, se pasaron al bando de Beauchef, por lo que pudo engrosas así sus filas.
El combate significó la liberación de los realistas desde Valdivia hacia Carelmapu, faltando sólo la isla de Chiloé que sería invadida en enero de 1826 y añadida al territorio de la naciente república.
Si bien la zona no logró cien por ciento tranquilidad, pues los realistas que escaparon formaron montoneras al mando de un tal sargento Palacios y, con el apoyo de los huilliches, provocaban fechorías y vivían del pillaje hasta que en 1823 acabaron con esta banda en la zona de la Araucanía.
EPÍLOGO
Jorge Beauchef estuvo poco tiempo como gobernador militar de Valdivia y fue requerido por su superior y amigo Ramón Freire, por lo que se eligió como nuevo gobernador al teniente coronel Cayetano Letelier. El francés tuvo que regresar en 1822 a su antiguo puesto, luego que en noviembre de 1821 se alzara el fuerte Reina Luisa de Osorno y se asesinara al gobernador Letelier. Tras meses de anarquía el enérgico oficial fue el único que pudo poner orden en una soldadesca rebelde y que en el verano de 1823 intentó tomarse el fuerte de Corral y hasta usar los cañones en contra de sus propios compañeros.
Beauchef aplastó la insurrección y mandó a fusilar a cinco rebeldes, entre ellos al cabo Andrés Silva, responsable de la muerte del asesinado gobernador Cayetano Letelier. El francés ordenó cortar la cabeza de Silva y clavarla en una pica en la plaza fuerte de Osorno como escarmiento de sublevaciones.
En 1983 la Municipalidad de Fresia valoró la acción de armas de El Toro y levantó un monolito para recordar a los caídos en dicha contienda y en 2018 se le hizo arreglos y se añadió la siguiente frase escrita por Benjamín Vicuña Mackenna: "En la larga cuenta de nuestros hechos de armas no recordamos ninguno tan heroico como el ocurrido en El Toro, allá en los confines más remotos de nuestro continente... salir al encuentro del enemigo casi triple en número, sin retirada, por desfiladeros, en un país ignoto, en el último rincón de Chile con el ánimo sublime de morir, es algo que sólo cabe en el alma grande de los héroes y tal era sin disputa la de don Jorge Beauchef".
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