Luis Américo Veloso Cárdenas reconoce que siempre le gustó la radio.
Desde niño se imaginaba transmitiendo los partidos de fútbol al borde de la cancha en algún estadio del país.
Su sueño poco a poco se haría realidad cuando en 1983 se creó Provincial Osorno y el balompié profesional llegó a la ciudad.
Américo se atrevió y contactó al programa “Deporte Total” de Radio Minería para ser el corresponsal osornino e informar los resultados que obtenían Los Toros en casa.
“Fue por puro entusiasmo nomás. Julio Martínez leyó mi carta al aire y me invitó a trabajar con ellos”, dice a Diario de Osorno.
Ese fue el primer paso y no paró más.
Ligado a las radios Sago, primero y luego a Bío Bío, desarrolló una carrera en torno a las noticias del día a día y más específicamente, a la crónica policial en Osorno, donde es muy conocido.
Donde surgía la noticia ahí estaba Veloso. Era parte de su compromiso laboral con la radio, pero también una pasión por comunicar a la que debía responder.
Este jueves 21 de septiembre se conmemoró un nuevo Día del Trabajador Radial y si bien, las condiciones han cambiado, para este osornino siempre tendrá un sabor especial.
La intención de los integrantes de la Asociación de Radiodifusores de Chile era hacer un alto en las transmisiones para evaluar y compartir las experiencias vividas durante el año.
Y justo coincidía con el término de las Fiestas Patrias donde el trabajo era duro para estos profesionales.
Hoy ya no se silencian las radios, no queda una emisora de turno, pero en el fondo, se mantiene el día especial como una forma de rendir homenaje a quienes pavimentaron el camino de la radio tal como la conocemos hoy.
Luis Veloso recuerda que de inmediato quedó entusiasmado por la radio. Esas experiencias en el ámbito deportivo fueron el inicio. Pronto dejó su formación de técnico en Contabilidad para dar paso a su vocación: comunicar.
En 1987 ingresó a radio Sago. “Me dijeron que debía cubrir el área policial. No sé por qué. Quizás vieron que tenía “olfato” para esa labor. Empecé a salir a la calle y reporteaba el acontecer diario para esta radio que la había escuchado siempre y donde había grandes locutores que me ayudaron a formarme”, recuerda.
Poco a poco se fue haciendo conocido hasta que su nombre llegó a oídos del empresario de las comunicaciones Nibaldo Mosciatti. “Él me convenció para trabajar en radio Bío Bío. Eso era otra cosa, había que estar conectado todo el día. Fue un cambio tremendo, pero aprendí a hacer despachos, reportear en terreno. Yo nunca estudié Periodismo, mi universidad fue la calle”, comenta.
Veinte años estuvo en dicha emisora, siendo un rostro reconocible para toda la comunidad osornina. Problemas de salud lo obligaron a alejarse del ajetreo diario; luego vino la pandemia por covid-19 que lo obligó a redoblar los cuidados de su salud, en un periodo donde no pudo trabajar.
Fue en esos momentos donde sintió fuerte el apoyo de los osorninos y osorninas que, por años, fueron sus auditores.
“Lo valoró mucho porque la gente me conoce y valora mi trabajo. Siempre tuve un sentido social en lo que hice. Saqué adelante muchas campañas para el bien de los vecinos y desde ese punto de vista, para mí la radio ha sido todo”.
“Esto es mi vida. No se gana plata, pero es una pasión. Hoy trabajo en el canal de televisión de la Municipalidad de Osorno y me he encontrado con un muy buen equipo, pero la radio la tengo muy dentro del corazón”, comenta.
-¿Te sientes conocido por la gente de Osorno?
“Por la gente sí. Me subo a una micro o colectivo y me respetan. Valoran lo que hago y eso es lindo”.
En sus años de trayectoria informativa, Luis Américo Veloso, ha recibido innumerables reconocimientos. De juntas de vecinos, de la municipalidad, Carabineros, PDI, Colegio de Matronas, Bomberos, hospital; en fin…
“Todo es importante para mí. En la radio ayudamos a la gente”.
-¿Alguna vez te tentaron las grúas políticas?
“Tuve algunos acercamientos desde los radicales hasta la Democracia Cristiana. Estuve a dos semanas de decir sí, pero no se concretó”.
-¿Te pica el bichito de volver a la radio?
“Tanto como para volver a reportear ya no, por mi enfermedad de diabetes. Sí me gusta estar en estudio y estar informado de lo que está sucediendo. Eso no lo he perdido”.
“En mis trabajos puedo decir que siempre di más de lo que había que dar. Eso es una característica en mí y por eso he sido valorado por mis jefes y por los colegas con quienes he trabajado. A ellos los destaco siempre. Si había que estar de noche o madrugada en la calle, ahí estaba. Ni había horarios. Estuve muy enfermo, pero Dios hizo justicia y me colocó en este lugar para seguir adelante”, destaca.
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