Para salvaguardar el ecosistema, impedir un alto costo en materia social y programar la construcción de infraestructura para el quehacer turístico, la Municipalidad de Puerto Montt junto a organizaciones medioambientales y la comunidad agrupada en la Junta de Vecinos N° 33, manifestaron su rechazo a la instalación de la Mini Central Hidroeléctrica de pasada en el sector Río Chico. El proyecto –con efectos que incluyen al entorno del Río Chamiza– abarca un impacto de 5 kilómetros de superficie.
Acerca de la posición de entidades y vecinos que objetan la instalación de la Mini Central, el alcalde Gervoy Paredes indicó que se traduce como una postura coherente con la protección de la naturaleza y el respeto con el patrimonio visual de la zona. De la misma forma, puntualizó que el proyecto, en el corto y mediano plazo, tendrá efectos nocivos sobre las comunidades que habitan la localidad.
“Estamos absolutamente de acuerdo con los vecinos que se oponen a la central. Primero, porque debemos cuidar nuestro entorno. Contamos con una belleza escénica espectacular. En segundo lugar por las consecuencias negativas que tendría sobre los cientos de familias que habitan en esta localidad. Cabe precisar como dato no menor, que los efectos llegarían hasta el Río Chamiza”, dijo.
Al respecto, Paredes adelantó que solicitará al Concejo Municipal, recursos para elaborar un estudio multidisciplinario para –en coherencia con las política públicas sustentables y de resguardo de la riqueza natural– la construcción de un puerto turístico en Carretera Austral. En la misma dirección, puntualizó que la edificación de una central eléctrica contradice el despliegue de políticas públicas para la sustentabilidad, cuidado del medioambiente e impulso de la industria del turismo. Además, citó el cuadro que afecta a Río Trapen y que incluye a Río Maullín.
“Por ley no podemos influir como Municipio. Son otros los organismos responsables. No obstante adoptaremos una decisión como Concejo para establecer, explícitamente, nuestro rechazo al proyecto”, selló Paredes.
Desde la Oficina de Medioambiente de la Municipalidad se detalló que la declaración de impacto ambiental del proyecto presenta falencias y observaciones. Se indicó que los servicios públicos que analicen el documento deberán aprobar o rechazar la iniciativa. Además, se explicó que la instrucción de la máxima autoridad comunal se concentrará en analizar todas las aristas del plan que van desde la biodiversidad al caudal del río, y el equipo técnico de la Municipalidad interpondrá las presentaciones necesarias ante el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
CONCEJALES
En la reunión estuvieron presentes concejales de la comuna, quienes también expresaron su posición en contra de la instalación de esta mini central hidroeléctrica.
“Nos parece muy positivo que sean los vecinos quienes lleven la voz ante un proyecto altamente invasivo, que les podría cambiar la vida a las casi 400 familias que residen en el sector y que viven y dependen del Río Chico, por lo que desde el Concejo Municipal los apoyaremos en todo lo que podamos”, afirmó el concejal Héctor Ulloa.
Por su parte, el concejal Fernando España que reside en el sector Lauca, señala que se trata de un sector muy tranquilo y limpio, con una impresionante belleza escénica, por lo que una construcción de esta envergadura cambiaría completamente el paisaje, además de los daños que acarrearía a la vida cotidiana de las personas y animales.
VECINOS
En cuanto a las gestiones para expresar la oposición al proyecto eléctrico, el presidente de la Junta de Vecinos n° 33 de Río Chico, Hugo Álvarez, informó que solicitará una audiencia con el Intendente y el Concejo. Además, comunicó que el miércoles 31 a las 15:00 horas se realizará encabezada por vecinos y entidades medioambientales, una marcha desde Plaza de Armas de la comuna.
Por su parte, el presidente de la Unión de Juntas de Vecinos de Puerto Montt, Hernán Navarro, calificó la central de paso por la alteración del trazado natural del afluente, como un daño irreparable al ecosistema de Río Chico.
“Hay una serie de daños que no están cuantificados en el proyecto de la empresa. En consecuencia, como Unión Comunal seremos parte de la presión social. Esperamos que el Consejo Regional y el Intendente, escuchen la opinión del Concejo Municipal de Puerto Montt y del Alcalde respecto del daño ambiental que se va a producir. De la misma forma, que se consideren las objeciones de la comunidad que será la principal afectada por un proyecto de esta naturaleza”, concluyó Navarro.
Acerca de los alcances mediatos de la central de paso, la residente del sector Lauca, Karin Inostroza, especificó que su domicilio se emplaza, de acuerdo a la información recabada por la Junta de Vecinos, junto al módulo de máquinas y tubería de la generadora. El cuadro, pormenorizó, se expresará –producto de la disminución del caudal– en el retroceso de la calidad de vida de los lugareños.
“Mi casa está ubicada frente a donde estaría la sala de máquinas. También en el radio por donde pasará la tubería. En rigor nos quedaremos sin caudal. Por tanto nos afectará directamente porque utilizamos el río desde labores domésticas hasta bañarnos. En consecuencia no podremos continuar viviendo en este lugar”, explicó.
En la jornada del sábado 27 para analizar el impacto del plan de generación hidroeléctrica en la sede de la Junta de Vecinos N° 33, participaron autoridades comunales, concejales, técnicos, profesionales, organismos medioambientales y la comunidad de Río Chico.
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